La teleasistencia municipal prueba un aparato para personas
sordas
El sistema, también para usuarios con problemas de habla, empezará
a instalarse dentro de un mes
El dispositivo se sumará al actual artilugio y permitirá la comunicación
vía mensajes escritos
No hace falta echar la vista
demasiado atrás para comprobar que una de las apuestas del equipo de
gobierno municipal en cuanto a políticas sociales se refiere ha sido
en los últimos años la teleasistencia, un sencillo aparato de
alarma que a la par que resuelve urgencias de las personas mayores les da una
nada despreciable seguridad emocional.
Los números hablan: en el 2005 unos 7.000 barceloneses estaban vigilados
por este sistema; los últimos datos, del pasado septiembre, aumentan
esta cifra hasta cerca de 50.000. Ahora el ayuntamiento ha dado un paso adelante
y acerca ese servicio a colectivos que quedaban al margen: aquellos con problemas
de audición o de habla.
Desde el pasado 28 de septiembre y hasta finales de este mes un grupo de 20
personas de diferentes perfiles (algunos ya usuarios del aparato convencional)
está llevando a cabo una prueba piloto para acabar de ajustar el nuevo
sistema, que consiste en un dispositivo innovador, similar a un teléfono
móvil, que se añade al aparato tradicional y permite utilizar
la teleasistencia a través de la comunicación escrita en una pantalla.
El artilugio dispone de una pantalla en la que aparece un diálogo escrito
con diversas opciones de respuesta, tipo "caída", "enferma",
"malestar", "ahogo", que el usuario debe presionar para
enviarla a la central. Al margen de un programa de preguntas y respuestas establecidas
y protocolarias (en catalán o castellano), también existe la opción
de establecer un diálogo abierto adaptado a cada situación. Todas
las llamadas son atendidas por las mismas personas que ayudan a los usuarios
de la teleasistencia convencional, lo que hace el sistema más integral.
EXPANSIÓN DEL SERVICIO
Este periodo de prueba está
sirviendo para detectar algunas dificultades, porque aunque el manejo del aparato
sea a priori sencillo, puede no resultar tan obvio para personas de edad avanzada
o con dificultades para leer, como reconoció ayer el concejal de Acción
Social, el ecosocialista Ricard Gomà, quien destacó, no obstante,
que se está trabajando para que en la comunicación se puedan utilizar
pictogramas y símbolos, con lo que también se haría más
accesible para aquellos que utilizan el lenguaje de los signos.
El alcalde Jordi Hereu, por su parte, garantizó la continuidad de la
expansión de este servicio de cara al próximo año, cuando
está previsto "tocar el horizonte de las 60.000 personas atendidas".
"Invertir en los ciudadanos no es gastar. La crisis nunca podrá
ser excusa para recortar estas cosas" aseguró.
Las declaraciones de Hereu y Gomà tuvieron lugar durante el acto de explicación
de esta ampliación de la teleasistencia en una sala de las oficinas a
las que llegan todas las llamadas, en la calle de Agricultura (Sant Martí),
y que gestionan las empresas Agrupació Mútua y Asispa. La presentación
contó con la presencia de numerosas personas de entidades y colectivos
a los que va dirigida la mejora, algunos de los cuales, como Isabel Ballester,
lamentaron que los discursos fueron accesibles para los usuarios de los lenguajes
de signos, ya que se dispuso de una intérprete, pero se omitió
la subtitulación para aquellos que leen los labios, lo que no siempre
es fácil depende de quién hable. Quedan pues, algunos flecos que
pulir.
Fuente:
EL PERIODICO DE CATALUNYA
Jueves, 4 de noviembre
del 2010
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